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POLITICA EXTERIOR, SEGURIDAD, CIBERSEGURIDAD, DERECHOS Y LIBERTADES
La recíproca dependencia de los Estados en la vida internacional, lleva a la necesidad de abordar cualquier eventual solución de ámbito nacional desde una perspectiva global.Existen una serie de realidades mundiales que determinan la prosperidad, logros sociales o libertades públicas de cada país. Las soluciones a estos problemas se podrán materializar en la medida que las grandes decisiones que configuran la vida nacional se adapten, con precisión, a una exacta percepción de lo que es el ambiente internacional.
El nivel de vida de los ciudadanos, su poder adquisitivo, sus pensiones, son consecuencia de acciones internas, pero enmarcadas en los enfrentamientos económico-mundiales en los que participan todos los países y cuyo resultado es el equilibrio global. En este juego global internacional, cada nación persigue de forma prioritaria la consolidación de su seguridad como meta tradicional de su política exterior. El concepto de seguridad nacional, hoy, rebasa ampliamente su componente militar para ser producto de una delicada combinación de factores cambiantes entre los que están, además de los militares, los económicos, los políticos, los diplomáticos, los ecológicos, los tecnológicos y los sociales o culturales.
El modo de vida de los ciudadanos, sus intereses, la consistencia de sus instituciones, la defensa de sus libertades, su seguridad, se sitúan en el punto de intersección entre los grandes ejes de la política nacional con las variables de una nueva configuración mundial. Hoy, la seguridad de cada país y la paz mundial están amenazadas por peligros económicos, politicos, sociales e institucionales en similar medida que por peligros militares. La pérdida de soberanía económica de una país, o su dependencia tecnológica, puede suponer el debilitamiento e incluso la extinción de su autonomía política, con una subordinación de las libertades y el nivel de vida de sus ciudadanos a poderes exteriores a los que no podría controlar.
En el escenario internacional aparecen otras amenazas tales como la degradación del medioambiente, terrorismo, las migraciones humanas, refugiados, pandemias, drogas, criminalidad organizada, ciberamenazas, etc. que constituyen fenómenos transnacionales que no conocen fronteras y que vienen a comprometer gravemente la supervivencia de toda nación económica y militarmente soberana.Con todo ello se puede apreciar los nexos de unión entre política exterior, economía, ecología y política interior.
El ciudadano debe conocer que sus derechos individuales, sus libertades, su nivel de vida, en definitiva, su seguridad, se juegan en una partida mundial cuyo resultado depende de todos.
Según la Estrategia de Ciberseguridad de la Unión Europea, de 8 de febrero de 2013, las cuestiones vinculadas al ciberespacio han de integrarse en las relaciones exteriores y la Política Exterior y de Seguridad Común, lo que tal vez sirva de referente para que los Estados miembros hagan lo propio.En España, la ciberseguridad está enmarcada dentro de la Seguridad Nacional y es uno de los ámbitos de especial interés de la misma.